6/12/2007

Atención: mensaje importante:

Me dirijo a vosotros, hombres y mujeres del mundo occidental, que vivís ajenos al milagro de la vida, abandonad vuestras preocupaciones y vuestros anhelos por un sólo instante. Asomaos a vuestras azoteas, a vuestros balcones, a vuestras ventanas, observad el azul del cielo, la forma de las nubes o sentid la lluvia que moja vuestras cabezas. Poned vuestra atencion en cómo se pone el sol, o en cómo se desvanece la luna con el primer cantar de la golondrina. Mirad a los ojos de la persona que tengáis al lado y asombraos de su presencia. Encontrad un reflejo de vuestra inocencia en la sonrisa de un niño. Acariciad un arbol, oled una flor. Bañaos en el mar. Indagad en las arrugas de un anciano. Sentaos al calor de una chimenea. Morded una manzana. Mojaos los pies en un rio. Acurrucaos junto a un niño que duerme. Dejad que vuestro pelo se seque con el sol de la mañana. Oled a leña quemada. Caminad sin dirigios a ningun sitio. Reconoced como hermanos a los que se crucen en vuestro camino. Besad la frente de vuestra madre o de vuestro padre. Escuchad el sonido de un tren que se pierde a lo lejos. Seguid con la mirada el vuelo de una cometa. Tataread vuestra cancion favorita. Acariciad una mejilla amiga... Atrapad uno, aunque sólo sea uno de estos instantes, y aferraos a él como si os fuese la vida en ello. Y regocijaos, hermanos regocijaos, porque por una vez, al menos por una vez, podréis decir que habéis vivido."

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